La Pascua es un día especial para todos los cristianos, es la luz de Cristo que entra en nuestros hogares, con su resurrección. Y esa alegría la compartimos con nuestra familia, amigos, etc. y la costumbre más extendida en los hogares es el escondite de dulces en los jardines, para que los niños los encuentren, en base a la “Leyenda del Conejo” .
Esta costumbre de regalar huevos, viene de la época de los egipcios, a quienes se le ocurrió la idea de pintarlos. Los cristianos imitaron esta idea.
En aquel entonces uno de los sacrificios que el hombre ofrecía era no comer huevos durante la cuaresma, lo cual sucedía que en los gallineros se encontraran centenares de huevos. Luego surgió la industria del chocolate y los huevos se hicieron de chocolate. Con respecto al conejo era el símbolo de la fertilidad.
Hay una leyenda que cuenta que cuando metieron a Jesús en el sepulcro dado por José de Arimatea, había escondido un conejo y el conejo permaneció toda la noche, hasta ver que Jesús se levantó. Entonces el conejo comprendió después de observar cuanta gente lo lloraba en el sepulcro, que al llevar un huevo de regalo, era un mensaje de amor y de alegría.
Los niños y los adultos disfrutan de esta actividad en la busqueda de los huevos en el jardin que, ellos mismos se encargan de hacerlo.
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